Los inmortales
Ya asoma la luna entre las nubes
y, tu rostro, a esta última luz,
te delata en la escena final
del caso preferido de sherlock holmes
te clavaste tú solo a la cruz
y te quedaste...
definitivamente quieto
un camello sediento en el desierto
no se hace ni versos, ni ilusiones
perdido el sentido en lo que escribes
perdido el frijol en tus fogones
perdidas las señales de la rima
ni tú eres paranoico...
ni nadie te persigue
sólo intenta encontrar
tu espacio
cuando a tu alrededor
todo se estrecha
los inmortales están
bajo tierra
y sus cenizas se perderán,
como todo lo demás,
sin dejar huella
ya asoma la luna entre las nubes
y, tu rostro, a esta última luz,
te delata en la escena final
del caso preferido de sherlock holmes
te clavaste tú sólo a la cruz
y te quedaste...
definitivamente quieto
has salido de la casa obstinada
de un pasado triste y desvalido
y largo como raga de sitar
en cinta magnética repetida
como memoria de una ciudad
cuyo dolor...
ya no te concierne
sólo intenta encontrar
tu espacio
cuando a tu alrededor
todo se estrecha
los inmortales están
bajo tierra
y sus cenizas se perderán,
como todo lo demás,
sin dejar huella
sólo intenta encontrar
tu espacio
cuando a tu alrededor
todo se estrecha
los inmortales están
bajo tierra
y sus cenizas se perderán,
como todo lo demás,
sin dejar huella