Yo tuve el corazón capaz de lluvia
ocurría febrero con sus alas
y el tiempo digital nos puso juntas
las manos los ojos y los cuerpos
toda la tierra que el amor excusa.
Igual que el viento en las banderas altas
se comportó en nosotros esta música.
me fui quedando acompañado y cierto
entendido en los bosques de mi jungla
leñador orgulloso de raíces
que pensaban estar por siempre ocultas
Lo de siempre se puso a ser distinto
el mar entero cupo en una urna
y el hielo de los vasos provenía
de una lejana nieve nuestra y única.
Mis manos migratorias se quedaron
a vivir en tu tierra más profunda
Y en mi boca de siempre descontenta
dimitían de pronto las preguntas.
Presenciadas por dos cambian las torres
la muerte aplaza sus gestiones últimas
y estar vivo, se agita y condecora
igual que el mar sin árboles ni tumbas
La muerte es como un libro o un espejo
donde uno mira y mira sin ver nunca.
Ven cerca . Más. Que entre los dos no quepa
ninguna muerte ni ninguna duda.
Te hablo desde febrero y desde siempre
sabemos del amor por lo que alumbra
por lo que tuerce y acrecenta y rige
por su forma de andar en la penumbra.
Y así sobre semanas perseguidas
izamos con esfuerzo nuestra luna.